600 kilómetros...

Es la distancia que he tenido que recorrer para recuperar "viejas" amistades, si a mis 24 años ya se pueden considerar así... Este domingo, cuando regresabamos a casa del teatro, recibí la llamada de una amiga de la que hacía cerca de un año y medio que no sabía nada de ella. Nos conocimos en una urbanización donde mis padres se construyeron una casa y coincidiamos los fines de semana hasta que crecimos, empezamos a ir menos y al final yo me vine a aquí sin poder despedirme de ella... Fue realmente sorprendente escucharla por teléfono después de tanto tiempo y de las veces que me había propuesto encontrar su número y al final siempre lo dejaba para más tarde. Aunque lo que más me sorprendió fue lo que ha cambiado su vida en estos meses. Se casó y ya es madre de un niño de 13 meses que, aunque no lo he visto, seguro que será precioso. Estoy a la espera de recibir una carta suya con una foto de su pequeño y su marido, que tampoco conozco...
Ya es la segunda amistad que recupero desde que estoy aquí... Es curioso que tenga que irme a 600 kilómetros de mi ciudad para volver a saber de ellas...