15 noviembre 2006

Hijos del azar

Una buena reflexión para comenzar el día...


Extraido de: The End por Ángela Becerra, Diarioadn.com


No los conocías de nada. Incluso ahora no te explicas por qué estabas allí. Vuestras miradas se cruzaron, una leve sonrisa, tal vez un tímido “Hola”. Quizás alguien os presentó.Así empezó todo. Pura casualidad. Puro azar. Han pasado los años. Ahora los dos compartís muchas cosas. La misma cama, tal vez hijos, hipotecas, viajes, ilusiones, ¿desprecios? Si aquel día y en aquel preciso momento no hubieras estado allí, tu vida ahora sería muy distinta. Tendrías otra cama, otros hijos, otra hipoteca, otros viajes, ilusiones y quizás vivirías otros desprecios. Dedicamos mucho esfuerzo para conseguir lo que deseamos. Estudiamos, trabajamos, nos cuidamos, creemos, amamos, nos esforzamos. Suponemos que haciendo tal cosa podremos obtener tal resultado. Y en lo cotidiano, algunas veces ocurre así. Siempre es un éxito hacer posible lo previsible. Sin embargo, en lo realmente importante, en aquello que marca de forma trascendente nuestra vidayaveces incluso la de los demás, lo más posible es lo imprevisible; es consecuencia directa del azar. El mal azar casi siempre nos coge por sorpresa. El buen azar a veces se puede llegar a intuir, a vislumbrar. Cuando aparece, asoma y se esconde. Hay que estar muy atentos y pillarlo al vuelo, porque es escurridizo, etéreo, instantáneo y perecedero. Pero cuando encaja, es nuestra vida. Es nuestro azar. Es lo que algunos llaman “el destino”.

No hay comentarios: